gerri de la sal

Es un precioso pueblo de montaña que hace tiempo que visitamos. Recomendable bajar hasta el río y recorrer los senderos que desde allí salen hacia un par de ermitas.

Pueblecito de salinas en el Pirineu muy bonito, con algunos rincones y vistas casi de ensueño. Para pasear y relajarse, respirar puro y disfrutar calma y silencio.

Es un pequeño pueblo, tiene espacio de parking gratuito, queriamos visitar las salinas, pero estaban cerradas.

Un Pueblo Tranquilo con una arquitectura selecta y una buena gastronomia. Para comer recomiendo Casa Tomás especialistas en caza. Visita obligatoria para la fiesta mayor su vaile tradicional llamado la Morisca. Muy válido!

Estubimos viendo este baile centenario. Felicitar a sus continuadores. Las tradiciones se han de mantener al máximo.

Las vistas del rio desde el puente medieval y el ambiente tan tranquilo y acogedor.Tienen una buena explanada de parking junto al rio para poder visitar el pueblo con tranquilidad.

Llevaba tiempo sin ir a Gerri y un domingo decidí coger a mi pequeño y llegarnos de nuevo hasta esa preciosidad de pueblo. Todo estaba igual que la última vez y seguramente como 100 años antes. Casas de piedra típicas de montaña que me las quedaría contemplando sin más motivo que ese, el puente que cruza al otro lado del Noguera y que, a mano izquierda, te lleva por un estrecho sendero hasta una ermita bastante perdida ya en el corazón de la montaña.

Perfecto parking para nuestra autocaravana, estupendo para quedarse o para sólo una noche. El pueblo es pequeño pero con detalles espectaculares que recordaremos siempre. Recomendado el paseo por el río hacia el monasterio.

beau cadre passer le pont pour visiter le monastère de Santa Maria, intéressante visite des salines, le musée n'était pas ouvert, signalétique insuffisante

su arquitectura , su entorno, los pueblos de alrededor , el rio , su situación. También es cierto que los pueblos de alrededor dan mucha vida . Buen lugar donde hacer turismo

Pasamos por casualidad ya que nos dirigíamos más al norte pero a la vuelta hicimos una parada obligada al ver la hermosura de los parajes que ofrece. Con un puente que atraviesa le Noguera Pallaresa puedes acceder al monasterio y la iglesia que está al otro lado del río, opuesto al pueblo. Un pueblo típico de casas de piedra, muy medieval. También como interés turifico están las salinas y un museo.Recomendable llevar el bañador ya que hay una zona donde es accesible ir al río y hay mucha gente bañándose.